Cómo crear un jardín orgánico en tu nuevo hogar

Si tu nuevo hogar posee el espacio, deberías considerar cultivar tus propios alimentos, tanto para disminuir la cantidad de pesticidas que consumes como para ayudar a proteger el medioambiente. Los productos orgánicos en el supermercado pueden ser caros. Afortunadamente, hay una forma de cultivar tus propios productos frescos y deliciosos mientras te diviertes y aprendes: ¡la jardinería orgánica!
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Se trata de una actividad divertida que podrás realizar montando un invernadero o en un huerto en tu jardín. Hoy te contamos cómo crear un jardín orgánico.

8 Pasos para hacer un jardín orgánico en casa

1. Preparar el suelo

Para obtener los mejores resultados con tu nuevo jardín orgánico, debes asegurarte de que el suelo está adecuadamente acondicionado. Las plantas tienen que comer, así que asegúrate de que tus verduras reciben muchos nutrientes frescos. Un suelo saludable ayuda a construir plantas fuertes y productivas. Los tratamientos químicos del suelo no solo pueden filtrarse en tus alimentos, sino que también pueden dañar las bacterias beneficiosas, los gusanos y otros microbios en el suelo.

2. Hacer un buen abono orgánico

Todos los jardines se benefician del abono y tu puedes hacer el tuyo. El abono alimenta las plantas, ayuda a conservar el agua y reduce las malezas. Extiende el abono alrededor de las plantas o mezcla con tierra para macetas.

El mejor abono orgánico se forma de la proporción correcta de desechos orgánicos ricos en nitrógeno y carbono, mezclados con tierra, agua y aire. Puede parecer una química complicada, pero no te preocupes demasiado si no tienes tiempo para hacer un abono orgánico perfecto. Incluso una pila mínimamente tendida producirá resultados decentes.
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3. Elegir las plantas correctas

Realmente vale la pena seleccionar plantas que prosperarán en tus micro-condiciones específicas. Elige plantas que se ajusten bien a cada punto en términos de luz, humedad, drenaje y calidad del suelo. La mayoría de los jardines tienen gradaciones en estas variables. Mientras más felices sean tus plantas, más resistentes serán a los atacantes.
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4. Siembra de cultivos

Las plantas que vas a cosechar, deben agruparse en las áreas sobre las que no caminas. Agrupar reduce el deshierbe y el desperdicio de agua, ayuda a concentrar el abono y los nutrientes. Un amplio espacio entre las filas ayuda a promover la circulación de aire, lo que repele los ataques de hongos. Recuerda que las plántulas no siempre se mantendrán diminutas, y querrás limitar el ensombrecimiento. Es una buena idea reducir los cultivos según las sugerencias de los viveros.

5. Riego de tierra

El mejor momento para regar las plantas generalmente es por la mañana. ¿Por qué? Las mañanas tienden a ser frías con menos viento, por lo que se reduce la cantidad de agua perdida por evaporación. Si riegas por la noche, las plantas permanecen húmedas durante la noche, lo que las hace más propensas a sufrir daños por enfermedades fúngicas y bacterianas.

Lo ideal es regar las raíces, no el verde, que se daña fácilmente. Un sistema de goteo o remojo puede funcionar muy bien, o simplemente regar cuidadosamente las bases de las plantas con la mano.

6. Deshierbe (malas hierbas)

No importa dónde vivas, que tendrás malas hierbas. Tirarlas con la mano puede sonar a trabajo duro, y puede serlo, pero también puede ser un buen ejercicio y te permite salir al aire libre.

7. Protección de plantas sin pesticidas

Es bueno fomentar depredadores naturales en tu jardín, como ranas, sapos, lagartijas, pájaros e incluso murciélagos. Los insectos beneficiosos pueden ser tus mejores amigos, especialmente las mariquitas. Muchos viveros incluso venden latas de ellos, aunque es cierto que hay una gran probabilidad de que no se queden. Deja una pequeña fuente de agua para atraer depredadores amistosos. También es una buena idea cultivar plantas con flores pequeñas, como el aliso dulce y el eneldo, que atraen insectos depredadores. Las redes y las cubiertas de fila también pueden funcionar.

8. Cosecha

¡No olvides cosechar los frutos de tu trabajo! Durante la temporada alta de cosecha, es probable que descubras que es mejor revisar tu jardín todos los días. Para las hierbas, si las quieres frescas, lo mejor es selecciónarlas justo antes de que las necesites. Pero si las vas a secar y almacenar, lo mejor es esperar hasta antes de que florezcan, ya que tendrán más sabor. Reúne todas las hierbas, excepto la albahaca, a media mañana, poco después de que el rocío se haya secado. Cosecha la albahaca al final de la tarde, ya que durará más tiempo al haber estado al sol.

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