Ya sea que seas madre primeriza o experimentada, los primeros días de la lactancia materna pueden causar mucha ansiedad. Las primeras semanas de un recién nacido son un momento bastante confuso. Pero toda esa preocupación y dudas pueden nublar el hecho de que la lactancia materna está yendo exactamente como debería ir. Muchos padres nuevos buscan la tranquilidad de saber que su recién nacido está recibiendo suficiente alimento. Estas son algunas de las señales que debes buscar. Tu bebé está siendo amamantado con bastante frecuencia Tu recién nacido (debido al tamaño de su estómago y la rapidez de su metabolismo) está siendo alimentado de 8 a 12 veces al día. Durante los períodos de crecimiento acelerado, los recién nacidos también se alimentan con mayor frecuencia, por lo que el comportamiento de tu bebé es una mejor señal que mirar el reloj o cronometrar obsesivamente la duración de cada alimentación. Dicho esto, si tu recién nacido se está quedando dormido dentro de los primeros 5-10 minutos de su alimentación, las compresiones de seno pueden ayudar a darle a tu bebé suficiente leche para animarlo a succionar durante más tiempo. Estás cambiando muchos pañales La cantidad de pañales sucios aumenta cada día, lo que significa que a los cinco días de vida, tu bebé produce al menos seis pañales mojados. Los bebés amamantados también evacuarán algunas veces a la semana durante los primeros meses. Tu pezón se queda quieto durante la alimentación El pezón permanece firmemente en la boca de tu bebé al alimentarlo y el bebé succiona con suficiente fuerza para que no se deslice. Después de amamantar, el pezón no debería aplanarse o arrugarse. Inicialmente, es normal que sientas una leve molestia y sensibilidad (generalmente durante los primeros 30 segundos más o menos) o una sensación de estiramiento, pero no deberías tener ningún daño en la piel del pezón. Si tienes problemas con el pezón, asegúrate de usar una crema especial para esa área y consultar a tu médico. Sientes que fluye leche Sentirás una sensación de hormigueo o dolor leve en el seno o el pezón cuando ocurre la bajada. (Esto varía de mamá a mamá; a veces se sentirá a los pocos minutos o segundos de una sesión de lactancia). A veces, la leche goteará del otro seno. Para mantener el ritmo, tu bebé podría usar una succión más fuerte y cambiar el patrón de succión por momentos. Tu bebé te cuenta una historia con sus manos Cuando la sesión de lactancia comienza, tu bebé puede empezar a extender las manos y estirar los dedos, o apretar sus pequeños puños. Esta es una señal de que se está concentrando en succionar. A medida que avanza la alimentación, sus manos se relajarán y volverán a su posición curva habitual. El bebé está relajado y contento después de alimentarlo Cuando la lactancia va bien, tu bebé irá al pecho sin preocuparse o alejarse. Un bebé bien alimentado se verá tranquilo y relajado después de alimentarse. Incluso podría quedarse dormido o estar tranquilamente alerta después de comer. Tu bebé tiene el peso adecuado para su edad Aunque la mayoría de los bebés pierden peso poco después del nacimiento, un aumento constante de peso es una muy buena señal de que está comiendo lo suficiente. Intenta amamantarlo con ambos senos en cada comida, para mantener un suministro de leche adecuado. Un cambio rápido de pañales puede hacer que un bebé con sueño esté lo suficientemente alerta como para tomar el otro lado. Saber estas señales puede ser de gran ayuda para los padres primerizos. Si lo que realmente quieres son soluciones eficaces para esta nueva etapa, obtén una caja “Bienvenido al mundo”. Son muchos los servicios a los que tendrás acceso, desde limpieza del hogar, manicura a domicilio, servicios de canguro, etc. Compra ya la caja “Bienvenido al mundo” y sorprendente con soluciones para tu hogar y el bebé. Los comentarios están cerrados.
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